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Nuestra herencia presentada en Paris ante la UNESCO por Nabel Martins.

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27 de noviembre de 2024

Como venezolanos, cada elemento de nuestra cultura está engranado en nosotros, en nuestro ADN. Los aspectos emblemáticos de nuestro gentilicio, como nuestros paisajes, nuestra comida y nuestras danzas forman parte de nuestro código genético, siempre con nosotros a pesar de estar lejos de casa. 

La diseñadora venezolana Nabel Martins nos enorgullece en esta oportunidad, siendo invitada por la La Organización de las Naciones Unidas para la Cultura, las Ciencias y la Educación a ser parte de un evento histórico, en el marco del reconocimiento a que la danza del joropo sea nombrada patrimonio cultural de la humanidad, Nabel Martins fue la seleccionada para reimaginar el traje típico asociado con el joropo, nuestro amado liqui liqui. 

Nabel Martins tiene una trayectoria de más de una década, teniendo claro desde sus comienzos en la moda para quién diseña y su línea estética que conforma el ADN de su marca. La identidad de Nabel Martins se centra en celebrar a una mujer que aprecia y atesora su feminidad, reviviendo los valores de la elegancia desde un enfoque moderno, en palabras de Titina Penzini, amiga cercana de la diseñadora, cada pieza de las colecciones de Nabel Martins se reconoce entre sí a través de un hilo conceptual que escribe una carta de amor a la mujer moderna, buscando crear conexiones humanas más allá de cada costura.

La diseñadora reconoce el liqui liqui como una pieza sobria y elegante, lo que hizo que se sintiera identificada con los elementos del traje, que encajan perfectamente con las líneas estéticas que conforman la identidad de su marca. Para esta reinterpretación de un liqui liqui tradicional, Nabel le aporta esa feminidad y ese romanticismo que caracteriza a la marca, agregando elementos como detalles de transparencia en organza de seda natural, complementado con cortes en la parte posterior que se entrecruzan en el cuello del traje, evoca la feminidad y la elegancia, manteniendo esa esencia y ese poder e imponencia que posee el liqui liqui como parte de nuestra herencia venezolana, desafiando el concepto del liqui liqui tradicional, el cual es utilizado comúnmente por el hombre en la danza del joropo, trascendiendo la normativa y creando nuevas historias. 

Nabel Martins es fiel creyente de que la única manera de no perder las tradiciones es rescatándolas, respetando su imponencia, haciéndolas nuestras. ¡A seguir disfrutando nuestra herencia! 

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